Miren encontre una entrevista que le hizo el diario clarin a juana dubarry:
Googlear —buscar vía internet— a Juana Dubarry arroja escasos resultados. Ahora bien, si se tipea Jenny Williams, el nombre real de la revelación de Atracción x 4 (Canal 13), el cúmulo y el tono de la información se alteran. La modelo-actriz de 21 años aparece en su versión hot cuando se la rastrea por su apellido inglés. Pero ella prefirió dar un golpe de timón a la hora de vender su imagen y se autobautizó para encarnar a Paula Lacalle, hija del Puma Goity en la tira: "Junto con mi vida cambió mi nombre", advierte.Hermana de Luisana 
Lopilato y Camila Bordonaba en la ficción que produce Ideas del Sur, resultó ser el comodín reemplazante de Liz Solari cuando, a pocas semanas del comienzo, la rubia que interpretó a Barbie en teatro se bajó del proyecto. Unas cuantas pruebas de cámara y un parecido físico a Lopilato la colocaron en el umbral de su primer gran trabajo en televisión. "Me parecía que tenía que buscar un nombre con el que la gente se sintiera más identificada. Estamos en la Argentina y Jenny Williams no suena tanto acá, y me dije. ¿Por qué no un nuevo nombre?", cuenta. De familia "mitad galesa, mitad italiana y también con influencia de guaraníes, una verdadera mescolanza", jura que quedó bien sepultado ese perfil de femme fatal con el que quisieron etiquetarla. Bastó una entrevista en una revista de hombres para que sus confesiones sexuales se difundieran por la web como carta de presentación. Pero ella se defiende: "No conocía el medio todavía y eso me castigó. Muchos saben que las declaraciones se alteran. Y por eso jamás volví a hacer una nota similar".Como modelo, debutó a los 17 años después de llegar a la agencia de los García Navarro (Multitalent). Había estudiado durante una década a las órdenes de Sergio Lombardo y completó su formación con cursos de acrobacia, baile y música. "Me largué a modelar porque sabía que por ahí la entrada era más fácil. Yo venía de una familia bien humilde y trabajaba en locales de ropa y en colegios como asistente de dirección en inglés. Todo me costó mucho y para poder formarme iba de acá para allá buscando cursos estatales", remarca. Creció en Boulogne, hoy vive en San Isidro y dice que pese a la incipiente fama no es difícil encontrarla como una pasajera más de un tren o un subte. "Yo creo que ese tipo de cosas no las voy a abandonar nunca. Mirá, siempre me voy a acordar de dónde vine. En casa tienen órdenes estrictas de que a la primera señal que me vean creída, me metan un correctivo en la cabeza", se ríe. Aniñada, fresca, locuaz y bastante más inocente de lo que se puede prejuzgar por las fotografías de internet, detalla que fue la cara de comerciales para los Estados Unidos, El Salvador, Colombia y Chile. Dos años atrás actuó en el ciclo Palermo Hollywood, junto a freddy Villarreal y Pachu Peña, y en 2007 se sumó por unos capítulos a las huestes de Cris Morena en Casi ángeles (Telefé). Ahora interpreta a una adolescente "torpe y deportista que está enamoradísima del personaje de Darío Lopilato".Sexta hija entre nueve hermanos, su apellido artístico lo tomó prestado de una "mujer de avanzada" a la que no conoció: su abuela materna, "una bailarina audaz que se crió sola" y a quien, dice, le gustaría "revivir unos segundos". Devota de la Virgen de la Medalla Milagrosa, San Antonio y San Benito, cuenta sin pudores que rezó intensamente para que su sueño de irrumpir en pantalla se cristalizara. "Tuve que sortear un montón de obstáculos para llegar a donde estoy por mis orígenes humildes. De chica era la show-woman de la familia y me aferré a mi esperanza".En el set encuentra en el Puma Goity, más que un padre de ficción, a un aliado que le marca el camino: "El y Jorge Suárez son dos eminencias. El Puma dice que en cada escena hay que dejar todo, como si fuera la última vez. Y eso me retumba en la cabeza", expresa como una alumna aplicada la mujercita que sabe que deberá desintegrar el prejuicio de la modelo que actúa gracias a las bondades que natura le otorgó. "Vivo una sensación abrumadora. Ayer no me conocía nadie... y ahora soy una de las protagonistas. Por eso, cuando actúo no me guardo nada".
Lopilato y Camila Bordonaba en la ficción que produce Ideas del Sur, resultó ser el comodín reemplazante de Liz Solari cuando, a pocas semanas del comienzo, la rubia que interpretó a Barbie en teatro se bajó del proyecto. Unas cuantas pruebas de cámara y un parecido físico a Lopilato la colocaron en el umbral de su primer gran trabajo en televisión. "Me parecía que tenía que buscar un nombre con el que la gente se sintiera más identificada. Estamos en la Argentina y Jenny Williams no suena tanto acá, y me dije. ¿Por qué no un nuevo nombre?", cuenta. De familia "mitad galesa, mitad italiana y también con influencia de guaraníes, una verdadera mescolanza", jura que quedó bien sepultado ese perfil de femme fatal con el que quisieron etiquetarla. Bastó una entrevista en una revista de hombres para que sus confesiones sexuales se difundieran por la web como carta de presentación. Pero ella se defiende: "No conocía el medio todavía y eso me castigó. Muchos saben que las declaraciones se alteran. Y por eso jamás volví a hacer una nota similar".Como modelo, debutó a los 17 años después de llegar a la agencia de los García Navarro (Multitalent). Había estudiado durante una década a las órdenes de Sergio Lombardo y completó su formación con cursos de acrobacia, baile y música. "Me largué a modelar porque sabía que por ahí la entrada era más fácil. Yo venía de una familia bien humilde y trabajaba en locales de ropa y en colegios como asistente de dirección en inglés. Todo me costó mucho y para poder formarme iba de acá para allá buscando cursos estatales", remarca. Creció en Boulogne, hoy vive en San Isidro y dice que pese a la incipiente fama no es difícil encontrarla como una pasajera más de un tren o un subte. "Yo creo que ese tipo de cosas no las voy a abandonar nunca. Mirá, siempre me voy a acordar de dónde vine. En casa tienen órdenes estrictas de que a la primera señal que me vean creída, me metan un correctivo en la cabeza", se ríe. Aniñada, fresca, locuaz y bastante más inocente de lo que se puede prejuzgar por las fotografías de internet, detalla que fue la cara de comerciales para los Estados Unidos, El Salvador, Colombia y Chile. Dos años atrás actuó en el ciclo Palermo Hollywood, junto a freddy Villarreal y Pachu Peña, y en 2007 se sumó por unos capítulos a las huestes de Cris Morena en Casi ángeles (Telefé). Ahora interpreta a una adolescente "torpe y deportista que está enamoradísima del personaje de Darío Lopilato".Sexta hija entre nueve hermanos, su apellido artístico lo tomó prestado de una "mujer de avanzada" a la que no conoció: su abuela materna, "una bailarina audaz que se crió sola" y a quien, dice, le gustaría "revivir unos segundos". Devota de la Virgen de la Medalla Milagrosa, San Antonio y San Benito, cuenta sin pudores que rezó intensamente para que su sueño de irrumpir en pantalla se cristalizara. "Tuve que sortear un montón de obstáculos para llegar a donde estoy por mis orígenes humildes. De chica era la show-woman de la familia y me aferré a mi esperanza".En el set encuentra en el Puma Goity, más que un padre de ficción, a un aliado que le marca el camino: "El y Jorge Suárez son dos eminencias. El Puma dice que en cada escena hay que dejar todo, como si fuera la última vez. Y eso me retumba en la cabeza", expresa como una alumna aplicada la mujercita que sabe que deberá desintegrar el prejuicio de la modelo que actúa gracias a las bondades que natura le otorgó. "Vivo una sensación abrumadora. Ayer no me conocía nadie... y ahora soy una de las protagonistas. Por eso, cuando actúo no me guardo nada". 
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